Imagen referencial | Fuente: Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt, ganadores del Premio Nobel de Economía 2025. Imágenes: Niklas Elmehed/Nobel Media. Premio nobel
La comunidad académica en general está respondiendo rápidamente al Premio Nobel de Economía 2025, reflexionando sobre sus implicaciones y el impacto que tendrá en las agendas de investigación e innovación en los próximos años.
En 2026 habrá un auge de centros, laboratorios y espacios de innovación y emprendimiento en el sector público y privado de todo el mundo, especialmente en países en constante crecimiento como los de la región de Latinoamérica y el Caribe (LAC). Estos espacios organizarán hackatones, competencias, encuentros, así como procesos de incubación y aceleración de proyectos, principalmente relacionados con la innovación social y con iniciativas de base científica y tecnológica. Ese ecosistema desencadenará, sin duda, un aumento en el desarrollo de distritos de innovación en toda la región, los cuales impulsarán una nueva economía en LAC.
¿Por qué el Premio Nobel de Economía 2025 es considerado un punto de inflexión mundial para la innovación?
Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt explicaron cómo la innovación tecnológica impulsa el crecimiento económico a largo plazo. Su aporte puede resumirse en cinco puntos clave:
- Las economías crecen cuando las personas y las empresas innovan.
- La “destrucción creativa” (lo nuevo reemplaza a lo viejo) es fundamental para ese crecimiento.
- Las sociedades que apoyan la ciencia, la tecnología y la educación avanzan más rápido.
- La competencia impulsa a las empresas a crear soluciones mejores.
- Su trabajo explica por qué algunos países progresan más que otros.
Tres países que representan un claro ejemplo de esta dinámica son China, Corea y Singapur.
En definitiva, el Premio Nobel de Economía 2025 no solo reconoce una teoría, sino que también constituye un llamado global a repensar cómo innovamos, cómo competimos y cómo construimos prosperidad sostenible. Si la innovación es realmente el motor del crecimiento, entonces 2026 será recordado como el año en que las instituciones académicas, los gobiernos y el sector privado aceleraron la transición hacia economías más creativas, tecnológicas y abiertas al cambio. Ahora es el turno de Latinoamérica y el Caribe.
Tenemos el talento, las necesidades y las oportunidades. La pregunta no es si debemos innovar, sino: ¿qué tan rápido queremos avanzar hacia el futuro?
Autores:
Dr. Ricardo A. Ramirez-Mendoza – Rector
Director Julián Peña – Gestión Ambiental y Energías Renovables, Centro de Investigación – CAYEI
Español
English





